Papeles mojados

A veces me dejo convencer fácilmente…y no con poca razón una de las niñas de mis ojos (de hecho, la de los ojos bonitos) ha conseguido hacerme volver.

No hay balsas suficientes para salvar de este naufragio a tantos perdidos a la deriva. Porque cuando el río suena, agua lleva. Y este río se ha desbordado y empapa hasta el alma.

Dicen que el primer paso ante un problema es el reconocimiento. Pero nuestros «marineros» no se han dado cuenta del tsunami que les acecha. Se niegan a aceptarlo. Y tú, los ves desde la orilla. A salvo. Pero enfurecido porque han hundido un barco más.

«Nosotros no hemos sido». «No hay porqué preocuparse, todo es falso». Si se deciden a aceptar que el agua les llega al cuello, lo máximo que alcanzamos a escuchar desde la orilla es: «Han sido ellos», señalando a la tripulación del otro «país».

Desde la orilla hemos empezado a construir piquetes con sacos para que el agua no nos arrastre y con suerte, se lleve a todos nuestros «marineros» a alguna isla desierta. A un paraíso donde enterrar tesoros. Mira, a un paraíso fiscal.

Verdades y mentiras. Pinochos disfrazados de políticos y políticos convertidos en actores revelación. Nadie tira piedras sobre su propio tejado, pero peor es enterrar bajo pesadas losas a los demás por, una vez más, el poder. Demasiado alto es su precio…para más información consulten los papeles de Bárcenas.

Tesoreros piratas, presidentes cobardes. Las ruedas de prensa futuristas no funcionan. Hay que saber hablar cara a cara. Y por otra parte, si hay que dar tantas explicaciones es porque hay algo que explicar.

Capitán!Cuando usted aprenda a gobernar su barco sin hundirlo, los de la orilla le tiraremos flotadores…de cualquier otra manera, no haremos más que llenarle los bolsillos de piedras.

Húndase, y deje de remar contracorriente para salvar lo insalvable. Las mentiras caen (y se hunden) por su propio peso.

Nosotros nos quedaremos esperando a que la justicia…aunque sea la divina se muestre efectiva con ustedes. Como, por suerte, lo fue con Emilia.

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